Seobárbaro encierro por las calles
Arrojado, valiente y seobárbaro es el corredor de encierros que ve las astas del toro tan cerca, que oye las pezuñas del animal en la calle adoquinada de la plaza, que siente el aliento del toro al respirar como consecuencia del sofoco que le produce correr.
Momento seobárbaro del encierro
¿Quién viendo este minuto y cuarto de vídeo no se le pone el corazón a mil por hora? Muchos de vosotros estoy seguro que cambiaría lo que está haciendo por volver a sentir y vivir esta experiencia.
Los nervios y la tensión de oír el cohete que anuncia que los toros salen, se diluyen con rapidez por el saber cómo vienen los toros, si juntos o se ha descolgado alguno de la manda o si vienen los bueyes por delante, si van mirando o sueltan algún derrote. Acto seguido ya los tienes delante o a un lado y rápido buscas el toro que te falta o el acercarte más. Pasan y miras que haya sido así. No puedes seguir la carrera y es cuando empiezas a saborear dónde has estado, lo que has sentido al estar cerca de la majestuosidad del toro bravo.
Es difícil sintetizar todos estos momentos bajo la definición de seobárbaro, pues cada sentimiento y momento que se pasa al lado del toro es diferente, distinto y muy subjetivo.
Mismo momento seobárbaro con distinto sentimiento
Cada corredor de encierro tiene un momento seobárbaro del encierro distinto. Para algunos es el momento de espera, cuando estas con los demás corredores comentando cosas que segundos después no te acuerda de lo que has hablado porque tu cabeza está pensando en los toros. Para otros es el momento en el que se oye el atronador cohete que anuncia la salida de los toros de los corrales o de los chiqueros de la plaza. Muchos otros sienten esa tensión, esos nervios cuando los ven a los primeros corredores moverse, lo que anuncia que los toros están a escasos metros, pero aun no se ven.
Para los menos es cuando ya ves toro y tratas de buscar sitio, midiendo la carrera para no ir muy por delante y tampoco quedarte atrás. Para otros esa tensión, esos momentos salen justo después de que la manada ha pasado y se es consciente del peligro que ha tenido cuando el seobárbaro toro castaño pego el derrote a la derecha del vallado. Son momentos muy especiales muy difíciles de explicar con palabras, pues son sentimientos.