Recopilo este gran escrito en el que se habla una vez más sobre la diversidad de encastes de la cabaña brava y de las escasas oportunidades que le dan a este tipo de «encastes minoritarios» en las ferias importantes. Por el contrario, la gran vía de salvación de estos ganaderos, son peñas taurinas que compran ejemplares para festejos taurinos populares. Os recomiendo la lectura.
Joaquín Buendía (Santa Coloma-Buendía), Mª Luisa Domínguez Pérez de Vargas (Pedrajas), Herederos de José M.ª Escobar (Santa Coloma-Graciliano-Buendía), Clairac(Gamero Cívico), Concha y Sierra (Vazqueña), Sánchez Cobaleda (Vega-Villar), Isaías y Tulio Vázquez (Pedrajas), Guardiola Fantoni(Villamarta), Herederos de Alonso Moreno de la Cova (Urcola), Herederos de Miguel Zaballos (Saltillo).
Todas estas ganaderías y otras más que podríamos incluir tienen un gran historial de triunfos en años pasados y han propiciado numerosos éxitos de grandes maestros y recordadas tardes para los aficionados. Y todo ello dentro de una diversidad de encastes, morfologías y comportamientos. Pero, por desgracia, el nexo común que tienen en la actualidad es que varias de ellas ya han desaparecido en su totalidad y otras están lidiando de forma testimonial. Otro nexo común es que tanto las que han desaparecido como las que están lidiando muy poco, han tenido que colocar sus productos de forma mayoritaria en los “Bous al carrer” o Toros en la calle.
En la actualidad, tanto aficionados como periodistas y, en general, corrientes de opinión taurina estamos de acuerdo en que ,en la ferias, tanto las figuras del toreo como los toreros más modestos deben torear las ganaderías que están en su mejor momento. En este sentido, hay también ganaderías que estando en primera línea mantienen la diversidad de encastes como por ejemplo Victorino Martín, Miura, Adolfo Martín, La Quinta, José Escolar, Alcurrucen o Puerto de San Lorenzo, entre otras.
Ello no excluye que haya encastes más demandados o mayoritarios tal cual ocurre en la actualidad con las ganaderías de sangre Domeq, si bien es cierto que, posteriormente, cada ganadero le da su personalidad y, en consecuencia, un comportamiento diferente y sello característico a su ganadería, aunque provenga de un tronco común.
Pero creo que debe ser el aficionado quien requiera y defienda otros encastes y ganaderías que dan una riqueza y diversidad tanto en morfologías como en comportamientos dando pie a una mayor variedad de faenas, enriqueciendo la calidad y diversidad del toreo en si mismo y, al mismo tiempo, preservando una gran riqueza genética.
Algunas de estas ganaderías pueden seguir subsistiendo por los “Bous al carrer” y por el país vecino, Francia. Es curioso que los últimos productos de Concha y Sierra, antes de emigrar al nuevo destino de la ganadería en Francia, se lidiaran en las calles de Castellón. Al igual que la ultima corrida de Herederos de Alonso Moreno de la Cova, las ultimas camadas de María Luisa Domínguez Pérez de Vargas y Sánchez Cobaleda, antes de desaparecer y muchas más.
Creo que el aficionado debe tomar conciencia, defender y exigir que estos encastes sean lidiados. Requisito indispensable es que los ganaderos, aunque la mayoría de ellos tengan camadas cortas, puedan –cuanto menos– lidiar sus productos o parte de ellos, para poder subsistir y seguir en la lucha. Ello permitiría que el publico pueda conocer otros encastes y comportamientos que darán pie a lidias y faenas distintas.
Como buena y positiva calificaría la iniciativa de la empresa de la plaza de Las Ventas organizando un ciclo de encastes minoritarios. Y aunque siempre nos puede parecer que hay cosas a mejorar, creo que iniciativas de este tipo pueden ser satisfactorias. Este año ,entre otras cosas, sirvió para poder disfrutar de una gran corrida de toros de “Saltillo” todavía herrada con el hierro de José Joaquín Moreno Silva, que probablemente en 2016 la podamos ver en la Feria de San Isidro 2016; en interesantes festejos disfrutamos también de ganaderías como Villamarta o San Martín que la familia Hornos esta recuperando. Así, en las ferias o pliegos debería haber un apartado dedicado a la diversidad de encastes.
Tal como dice en muchas ocasiones el periodista Manolo Moles, todos debemos empujar en el mismo sentido. Para que no perdamos esa riqueza genética que hay en la diversidad de encastes. Y que no esperemos a que los daños sean irreversibles y nos lamentemos de no hacer nada por ellos y por la fiesta. Los empresarios, el público, los aficionados, los toreros, las autoridades (teniendo en cuenta este tema al redactar los pliegos de condiciones), los ganaderos… todos debemos apoyar esa diversidad de encastes. Mientras, todavía estamos a tiempo.
Escrito de Vicente Escrig Juan. Aficionado y socio del Club taurino de Castellón.
