La verdad, en el toreo como en la vida, deja pocas cosas tras el telón. Mejor dicho, ninguna. Tarde o temprano, actua como juez implacable poniendo a cada cual en su lugar.
La verdad del toreo no esconde que José Tomás va pasándose, poco a poco, a lo que sus propios adeptos denominan como «el lado oscuro». Va avanzando la temporada de aquel a quien, hasta en Japón, llaman rey del toreo y se han visto pocas cosas. Pocas cosas agradables, me refiero. Cierto es que sólo por aquellas chicuelinas con el compás abierto de Valencia y el toreo al natural de la tarde de Gijón ya habría valido su reaparición pero, ya lo dije en otro artículo, un rey debe abdicar antes de que su honor y su trono caigan a un tiempo. José Tomás sin el toro de verdad, sin estar en las grandes plazas, sin mostrarse ante una variedad respetable de ganaderías, ni es José, ni es Tomás. Aunque vista «De Purísima y oro» o «De verde samurái». Apenas una franquicia de aquel José Tomás mágico que soñaba y hacía soñar la perfección del toreo, años atrás.
La verdad del toreo no esconde el gran trabajo de «los Victorinos» durante toda una vida, vivida con pasión, por y para el toro bravo y en la que jamás han perdido el respeto a quien debe ser protagonista principal de este arte que, además del toro, es el público. Recientemente se ha cumplido el cincuenta aniversario de aquel 27 de agosto de 1961 en que el ganadero de Galapagar lidió su primer encierro. Cincuenta años en los que esa casa se ha convertido en paradigma y estandarte de la cabaña brava española debido no solo a la calidad de sus reses sino también, a la calidad humana que ostentan sus propietarios.
La verdad del toreo no esconde que en San Sebastián de los Reyes se siguen haciendo las cosas muy pero que muy bien en el apartado de los encierros. Un aspecto del que otras ciudades españolas deberíamos aprender y en el que habría mucho que trabajar. Porque, a la vista está, que no es misión imposible, ¿verdad?.
La verdad del toreo no esconde que el Ayuntamiento de Guadalajara con Lorenzo Robisco -concejal de asuntos taurinos- a la cabeza, la junta directiva de la Escuela Taurina de Guadalajara y la empresa Campo Bravo Alcarreño han logrado programar, dentro de las ferias y fiestas de la Virgen de la Antigua capitalinas, una becerrada en la que los alumnos de la Escuela Taurina podrán demostrar sus conocimientos en el Coso de «Las Cruces» en una región en la que es complicado, por no decir imposible, organizar algo ni tan siquiera parecido. En esto sí, somos ejemplo.
Nota: Estas son solo algunas de las verdades del toreo que más conciernen al ámbito informativo de este medio. Para hacerles favores a los antitaurinos no estoy, para crearme enemigos de forma innecesaria, tampoco. Y como además dicen que se vale más por lo que uno calla que por lo que cuenta….Cést finni.
Juan Carlos Antón. Director de “Guadalajara por Montera” de COPE Guadalajara.