Acudimos a Torrejoncillo de Rey, un pueblo de Cuenca que hace verdaderos esfuerzos por mantener la tradición y afición al toro y a los festejos populares. El sábado 25 de agosto se dio suelta desde la plaza de toros a las calles a dos toros de la ganadería de Monte de la Ermita.
Los dos toros que se soltaron en el encierro en Torrejoncillo del Rey, tenían hechuras suficientes pero no así de comportamiento. Muy manso y reservón resultó el primero, que hacía dudar a los aficionados de trataban de rodarle, quebrarle o recortarle. Saco el genio una vez que se calentó cuando decidieron sacar la maroma para su enchiqueramiento. El segundo, de mejor presencia, se dejó un poco más en la arena, pero en las calles ofreció el mismo comportamiento que su hermano de ganadería.