Joselito: “No entra en mis planes volver a torear”
El torero José Miguel Arroyo “Joselito” inauguró una nueva etapa del Cocido Taurino de Guadalajara. Este foro gastronómico cultural, que acaba de cumplir sus bodas de plata, traslada su ubicación al Bodegón de Sancho.
Joselito de frente y sin pelos en la lengua
Como en sus mejores tardes de gloria, “Joselito” agotó el papel y colgó el cartel de no hay billetes en el estreno de una nueva andadura del Cocido Taurino de Guadalajara. Tras pasar por el Búho Rojo, Casa Víctor y Tendido Alto, la tertulia taurina decana de la provincia se traslada al Bodegón de Sancho. A partir de ahora, los primeros viernes de cada mes, será la sede de este evento que combina a la perfección la afición a los toros con el buen yantar.
De frente y sin pelos en la lengua, “Joselito” hizo frente a todas las preguntas que le fueron planteando los miembros de este selecto foro. Y para despejar cualquier duda sobre su posible vuelta a los ruedos, el maestro fue claro: “No entra en mis planes volver a torear. No me apetece ni me ilusiona”. Aseguró que su vuelta en el coso de Istres (Francia) “supuso hacer realidad un sueño y me quedo con lo que viví. No quiero fastidiarlo”. Aquella tarde de un domingo de junio del pasado año “toreé porque quería darme el gusto. Pero ahora no me mueve nada. Podría ganar mucho dinero, pero nunca he toreado por dinero y solo para satisfacer mis sueños”.
Joselito ganadero y apoderado
Ilusionado con su proyecto ganadero, bajo los hierros de “El Tajo” y “La Reina”, habló también de su etapa de apoderado con César Jiménez, una de las figuras del escalafón. “La experiencia no fue buena, y aunque no puedo decir que de esta agua no beberé, no creo que vuelva repetir”. “Joselito” reconoció que aprendió “muchísimo” de aquella etapa pero “admito que yo le decía cosas adaptadas a mi forma de pensar y de sentir pero no me ponía en su cuerpo”.
José Miguel Arroyo recordó su gran vinculación con la provincia de Guadalajara. Su padre biológico nació en Villanueva de Alcorón, un municipio enclavado en el Parque Natural del Alto Tajo. Y también se detuvo en su relación con Brihuega “donde allí todo siempre me ha resultado familiar. Tengo muchos amigos y cuando estuve con el caballo en el encierro por el campo disfruté como un enano”. En el capítulo de los festejos taurinos populares el maestro habló también de Pamplona. “Me gustaría ir a San Fermín de pastor para repartir varazos”, bromeó.
“Joselito” se refirió también a la feria taurina de Guadalajara capital, en concreto a su organización y diseño en la etapa que él estuvo en activo. “Aquí ocurrían cosas muy extrañas. El famoso día que se echó para atrás la corrida, esa misma corrida que se tumbó aquí se lidió después en Zaragoza”. Lo que no podía ser, denunció el torero, “es que la empresa comenzara a planificar la feria de la ciudad veinte días antes. Por eso, aquí venían todas las sobras”.
El maestro hizo una encendida defensa de la Fiesta. “No hay información oportuna e idónea. Y la tónica común de los medios es vender solo lo malo de este espectáculo”. Además lanzó un mensaje para los aficionados a los toros: “No hay que acudir a la plaza con ideas preconcebidas. Yo cuando me siento en el tendido es como si fuera el primer día. Quiero ser virgen cada vez que voy a este espectáculo. Me gusta la vehemencia, pero no el fanatismo. Los fanáticos son unos cansinos”.